
En la entrada de hoy quiero hacer una reflexión sobre cómo aprender a hablar inglés u otro idioma. Además, quiero hablarte sobre qué significa aprender a hablar un idioma extranjero, y por qué la metodología que se sigue en las etapas primaria y secundaria de la educación reglada (y, en muchos casos, en academias privadas) no funciona.
More...
¿Qué significa aprender a hablar un idioma extranjero?

O, mejor dicho: ¿qué significa aprender inglés, o cualquier otro idioma? ¿Crees que sabes la respuesta a esta pregunta?
Si así lo piensas, déjame que te pregunte algo más: ¿cuánto recuerdas de lo que aprendiste en el colegio? Me refiero a cualquier asignatura que tuvieras.
Poca cosa, ¿verdad?
¿Sabes a qué se debe esto? A que el enfoque que tenían tus maestros y, más tarde, profesores, era un enfoque académico. Esto significa que lo que aprendías era conocimiento teórico, que no estabas aplicando en ninguna parte. Aprobar los exámenes consistía en darte un atracón; memorizar páginas y páginas de información que a veces no terminabas de entender y que, aunque la entendieras, era inútil en un 90%, porque no la aplicabas en el mundo real.
Durante ese "aprendizaje" académico tu cerebro no era más que un medio de transporte de información: desde la página del manual a la página del examen. La retención era poca a corto plazo y, como tú mism@ puedes ver, nula a medio y largo plazo.
Aprender un idioma no es memorizar
Este es el problema que existe en el "aprendizaje" de idiomas. Que se nos inculca un método totalmente académico, en el que se nos meten con calzador estructuras gramaticales y listas de verbos. Este es un enfoque de filólogo. El problema es que la inmensa mayoría de los estudiantes de idiomas no son filólogos, y no están interesados en serlo. En consecuencia, no progresan y están convencidos de que el problema lo tienen ellos, de que "no sirven para esto", cuando lo inútil es la metodología.
Párate a reflexionar un momento. ¿Para qué sirve un idioma? ¿Cuál es el objetivo primero, y único, que tiene el aprendizaje de un idioma?
Te lo digo yo: la comunicación.
El conocimiento académico de los idiomas surgió más tarde. Cuando los primeros idiomas aparecieron, hace miles de años, cubrían una necesidad concreta. Un idioma, cualquier idioma, es una herramienta para comunicarnos entre nosotros, ya sea por escrito o mediante una conversación. Aprender a hablar un idioma extranjero es, pues, adquirir una nueva herramienta de comunicación.
¿Es necesario aprender gramática para hablar un idioma?
Sí, es necesario aprender gramática. Como ya te dije en la entrada dedicada a las lecturas en inglés, es tu conocimiento de las estructuras gramaticales lo que te va a permitir entender un texto.
Así, no digo que no haya que aprender gramática; sino que aprender gramática pura y dura, con esas listas de verbos irregulares en inglés, es totalmente inútil. Si eres un enamorado de los idiomas y aspiras a tener un conocimiento de filólogo, adelante; si no, estás perdiendo el tiempo.
Y, así, llegamos a la pregunta con la que comenzamos la entrada:
¿Cómo aprender a hablar un idioma extranjero?
Las cuatro habilidades
Dominar cualquier idioma supone dominar cuatro habilidades; dos de ellas pasivas (en las que recibes información, y que son más fáciles) y dos activas (en las que generas información, con la dificultad que esto conlleva). A continuación te las enumero, por orden de dificultad:
Estas habilidades son independientes
Ten en cuenta que hay solo una manera de no hablar una lengua, pero infinitas maneras de hablarlo, desde el chapurreo más básico hasta el nivel del nativo. Si quieres dominar cualquier idioma tienes que trabajar estas cuatro habilidades, que son las que te van a examinar en cualquier examen oficial. Y tienes que dedicarle tiempo a las cuatro. Por supuesto, tú eres el que decide qué nivel quiere alcanzar; quizá solo quieras leer para entender tus novelas favoritas, o solo quieras tener un buen nivel de comprensión oral para ver series en inglés u otro idioma.
Pero estas cuatro habilidades son bastante independientes, y que ejercites una mucho no va a significar que seas bueno en las otras. Una persona puede tener un vocabulario muy extenso y tener un nivel de comprensión lectora cercana a la de un nativo, pero puede ser incapaz de mantener una conversación.
Para aprender a hablar un idioma extranjero necesitas... hablarlo
Sí, ya sé que parece evidente; tan evidente, que raya en la tontería. Pero pregúntate a ti mismo: cuando estudiabas un idioma, ¿cuántas veces lo hablaste? Cuando estabas estudiando inglés o francés en la primaria y la secundaria, ¿cuántas conversaciones mantuviste? Aprender listas de verbos y ser capaces de recitarlos, eso sí te lo exigieron. Pero, ¿qué habilidad estabas ejercitando con esto?
Como ya te contamos en la entrada sobre cómo aprender los casos en ruso, de nada sirve memorizar cuando estás aprendiendo otro idioma. Olvídate de aprender listas de vocabulario sin contexto. Ni se te ocurra aprender los "tipos de oraciones condicionales en inglés". Estás perdiendo el tiempo, las energías y vas a acabar frustrad@. El truco está en automatizar, no en memorizar. Tu cerebro no ha de pensar qué decir o qué significa tal o cual palabra; tienes que practicar hasta que el proceso sea tan automático que no tengas que pensar.
Esta automatización es similar a la memoria muscular: cuando dominas la mecanografía, no estás pensando dónde están las teclas. Tus dedos parecen funcionar de manera autónoma.
Repite, hasta automatizar. Para hablar un idioma no has de pensar
Es por esta razón por la que no necesitas ser más listo para aprender una lengua, por muy complicada que esta sea. Solo necesitas tiempo y perseverancia.
En consecuencia (y esto, que parece una obviedad, se pasa por alto en muchas academias de idiomas), la única manera de adquirir soltura en cualquiera de las habilidades enumeradas es practicándolas. De nada te sirve leer manuales teóricos sobre mecánica, si lo que quieres es aprender a conducir.
Determina tu objetivo, ¡y ve a por él!
Es por esta razón por la que siempre hacemos hincapié en los "retos lingüísticos". Porque desde el principio tienes que tener claro cuál es tu objetivo, y en cuánto tiempo quieres conseguirlo. De hecho, tenemos una estrategia de 7 días en una app para Android en la que, desde el primer día, e independientemente del nivel que tengas, te decimos que tienes que fijar una conversación con un nativo para el último día.
En pocas palabras, el truco para aprender a hablar un idioma extranjero consiste, en primer lugar, en tener claro que tienes que hablar, hablar mucho, hablar por los codos. Busca un hablante nativo, por ejemplo en Italki, y fija una conversación para dentro de dos semanas.
En segundo lugar, como ya he dicho antes, sí: tienes que aprender gramática y vocabulario. Pero no caigas en la trampa de aprender primero la gramática y el vocabulario. No empieces por ahí. Mejor fíjate en el vocabulario que tú necesitas, y en la gramática mínima imprescindible para comunicarte. No te compliques la vida con estructuras gramáticas complejas. No partas desde la gramática, para llegar hasta el uso. Toma el uso como punto de partida, y ve aprendido a medida que te surja la necesidad. Tarde o temprano notarás el efecto acumulativo de este enfoque, y tendrás la ventaja de que practicarás y automatizarás todo lo que aprendas.
Busca cómo automatizar lo aprendido
Si quieres automatizar la gramática, busca un manual que contenga el mayor número de ejercicios posible. Yo, para aprender ruso, utilicé El ruso en ejercicios, que contiene cientos de ejercicios. Cubre toda la gramática que necesitas saber para comunicarte con soltura. A fuerza de repetir, me sé los casos en ruso mejor que la tabla de multiplicar.
Por último, no dudes ni por un instante de que vas a conseguir tu objetivo. Créeme: yo soy nativo español, y hablo, con distintos niveles de soltura, ruso, inglés y esloveno. He aprendido idiomas en España, en Rusia, en Reino Unido y en Eslovenia, y ahora tengo muy claro que las conversaciones no son el objetivo final, sino el primer paso.
¿Quieres aprender a hablar un idioma extranjero? No lo dudes, ¡háblalo!
Gracias Miguel!
¡De nada, Enric! Espero que te resulte muy útil.