Lo diré una y mil veces: el ruso no es difícil.
More...
Déjame que me presente: me llamo Miguel Callejón Berenguer. Estoy licenciado en Filología Eslava y estuve dos años estudiando en una universidad rusa. Hablo ruso a diario, y puedo ver películas en ruso sin subtitular y leer a Dostoievski sin diccionario (aunque, entre tú y yo, prefiero leer otras cosas).
Así que, como te puedes imaginar, sé muy bien de lo que hablo.
El idioma de las letras al revés (Я, И y otras)
Me imagino que has visto el título de esta entrada y has pensado que ni de coña. Que te estoy vendiendo la moto. Que el ruso es difícil, y punto. Y además, ¿has visto como escriben?
Mira, te voy a contar algo desde la experiencia: no es que el ruso no sea difícil. Es que, en realidad, no hay lenguas difíciles.
Por qué estoy convencido de que el ruso no es difícil
Porque "difícil" significa que las reglas son difíciles de entender. Y no, no encontrarás ninguna regla difícil de entender no ya en este lengua, sino en ninguna otra. En tu aprendizaje de lenguas (pasado o futuro) has podido encontrar reglas gramaticales curiosas, nuevas, extrañas. Pero, una vez explicadas (explicación que suele ser algo similar a "esto se utiliza así"), no tienes que romperte la cabeza para entenderlas.
Sí, puedes buscar una tabla de los seis casos que existen en ruso (casos, como en latín) para intentar argumentarme la dificultad del aprendizaje del ruso. Pero, ¿sabes qué pasa? Que si has intentado aprender ruso memorizando esa tabla, has estado siguiendo una metodología no ya incorrecta, sino inútil.
Cómo has de aprender cualquier lengua
Este hombre no se puso así de fuerte en un día
¿Has intentado alguna vez ir al gimnasio? ¿o adelgazar? ¿quizá a aprender a tocar la guitarra o a nadar? ¿o a conducir? Si has respondido que sí a cualquiera de estas preguntas, dime: ¿conseguiste tus objetivos en un día? No, ¿verdad? Porque la única manera de ponerse fuerte, o de adelgazar, o de aprender una nueva habilidad es practicándola.
Así que, para empezar, ten en cuenta lo siguiente: para aprender, necesitas practicar. En el ejemplo concreto del aprendizaje de lenguas, necesitas practicar mucho para automatizar. Eso quiere decir que, hablando en una lengua extanjera, no puedes pararte a pensar cómo decir qué. O qué caso utilizar, siguiendo con el ruso.
Lo siguiente que has de tener muy presente es el dilema de cómo comerse un elefante. ¿Has oído alguna vez hablar de esto? La respuesta a la pregunta de cómo comerse un elefante es "poco a poco". Así que a la hora de comerte el elefante de los casos en ruso, en lugar de pretender abarcar los seis a la vez, tomas uno, y lo practicas.
Déjame que te ponga un ejemplo, y verás que el ruso no es difícil
El caso instrumental tiene en ruso dos funciones: una de ellas es la de indicar la herramienta que se está utilizando para realizar una acción. Por ejemplo, en "escribo con el lápiz" tomarías la palabra "lapíz" y la declinarías en instrumental. La otra función del instrumental es la de expresar compañía. En este caso, en "estoy con mi hermano" "mi hermano" estaría en instrumental. Como ves, no es nada difícil de entender. A continuación, una vez conoces la regla, lo que has de hacer es practicarla hasta que la estructura te salga de manera automática, sin pensar:
Estoy con mi madre, mi hermano, mi padre, mi esposa, mi amigo, mi perro...
Escribo con un lápiz, un bolígrafo; golpeo con un martillo, con una piedra...
De este modo vas aprendiendo nuevo vocabulario y vas automatizando el uso del instrumental. Una vez que lo tienes asimilado, te pasas al siguiente caso, y así hasta completar los seis. Así aprendí yo, y así es como siempre recomiendo el aprendizaje de cualquier lengua: gradual, sin pretender pegarte un atracón de elefante 🙂
Es por ello por lo que yo siempre digo que el ruso no es difícil, sino que requiere tiempo.
No existen lenguas difíciles. Solo lenguas que requieren más tiempo que otras
Hay una gran diferencia entre ambos conceptos. Hay mucha gente para la que el que algo sea difícil implica que hay que poseer una inteligencia especial para dominarlo. En cambio, si simplemente dices que "se requiere más tiempo", quiere decir que no importa lo inteligente que seas: al final, llegarás a tu destino. Porque no es cuestión de ser más inteligente. Es cuestión de tener una rutina diaria.
Sabes, convivimos con muchas ideas equivocadas, y esta es una de ellas. Esta idea preconcebida de la dificultad intrínseca de algunas lenguas se convierte en una profecía autocumplida: estás tan convencido de que es difícil, que quizá empieces a dudar de tu propia capacidad. De ahí esos comentarios que yo he oído tantas veces de "a mí no se me dan bien las lenguas". Pero sabes, tú no eres tont@. Y el ruso no es difícil. La razón por la que no avanzas es porque el método que estás siguiendo no sirve para nada.
No existen lenguas difíciles. Solo lenguas que requieren más tiempo que otras.
Ser inteligente, por supuesto, ayuda
Vale, es cierto que hay gente más despierta que otra; gente que aprende con más rapidez. Pero aún así, la idea que te quiero transmitir es que la capacidad de dominar una lengua extranjera (o muchas) no es patrimonio de la gente inteligente, sino de la gente trabajadora. Al final, es como la carrera de la liebre y la tortuga: no importa cuánto corras, al final vas a llegar a la meta que te propongas.
Así que pásate por la página de recursos, ponte las pilas, y aprende. Porque puedes hacerlo: no hay nada que te lo impida.
Deja un comentario